Esta es la conclusión del último estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (EEUU) y cuyos resultados se publican en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America(PNAS).
Los investigadores analizaron para su experimento varios biomarcadores hepáticos (incluyendo un biomarcador de envejecimiento, conocido como “relojepigenético”) en casi 1.200 muestras de tejidos humanos, incluyendo 140 muestras de hígado, con objeto de estudiar la relación entre la aceleración de la edad epigenética (todos aquellos factores no genéticos que intervienen en la determinación del desarrollo del organismo) y el peso corporal.
Los resultados revelaron que la obesidad no afectaba a la edad epigenética de músculo, grasa o tejido sanguíneo pero sí que lo hacía con el hígado. Por cada 10 unidades de índice de masa corporal (IMC) la edad del hígado aumentaba 3,3 años, descubriendo por primera vez que el estar obeso acelera de forma importante el envejecimiento de nuestro hígado. En los individuos delgados, el “reloj epigenético” mostraba la misma edad biológica en los tejidos que la edad cronológica.